Los Realejos se transformó en la Ciudad del Cuento: Historias, Cuentos y libros protagonizaron tres días de actividades para toda la familia
Érase una vez… en un municipio del norte de Tenerife llamado Los Realejos, tres días mágicos en el año, donde las calles se llenan de fantasía, color y palabras.
Los niños con sus familias se ven transportados a un mágico mundo imaginado, donde dragones, brujas, reinas y soldados del espacio bailan y cantan todos juntos, y aprenden a fundir estrellas para hacerlas volar.
Del 13 al 15 de Abril, tres días disfrutando de la IV edición de Érase la Ciudad del Cuento y la Palabra en un marco incomparable del conjunto histórico del Realejo Bajo. Y es que este entorno, declarado bien de interés cultural con categoría de conjunto histórico en 2005, es un escenario idóneo para trasladarnos a un mundo de fantasía y cuentos.
Con la temática “El espacio y las estrellas”, los visitantes pudieron disfrutar de más de 60 actividades entre cuentos en la calle, talleres infantiles, títeres, música, malabares, teatro de calle, libros y hasta observaciones astronómicas.
No faltaron escenarios. Hasta ocho espacios se habilitaron para dar cobertura a todo este conglomerado de actividades (La Asociación de Vecinos Las Dos Palmeras, La Casa de la Parra, La Plaza de la Iglesia, La Plaza de los Dragos Gemelos, El Espacio Cultural Tigaday, La Plaza de San Sebastián y La Iglesia de Ntra. Sra. de la Concepción).
«Patrimonio y cuentos son los ingredientes de este mágico festival familiar»
Un gran elenco de participantes compuesto por músicos, narradores, actores, escritores… se dieron cita para llevar a cabo este programa, del que disfrutaron niños y no tan niños.
Destacar que esta IV edición abrió con la ‘Feria del Libro’, a la que asistieron la Librería Ébano, Arlequín, Yasmín y Tigaiga-Imeche con la firma de ejemplares a cargo de destacados autores.
Tampoco faltó la música, la ya famosa Brass Band debutó con un pasacalles dedicado a Star Wars o el concierto de Wöiza del sábado por la noche.
En palabras del Alcalde, Manuel Domínguez:
«El festival, nació hace cuatro años, como necesidad de ampliar el proyecto “El museo de los cuentos”, una iniciativa, que llevaba congregando a varios miles de escolares y familias de toda la isla con el objetivo de despertar y profundizar en la animación a la lectura desde edades tempranas.»
El domingo nos brindó también una jornada donde el showcooking maridó perfectamente con otras actividades como cuentacuentos y talleres, pero todo tuvo su fín, al mediodía las carrozas volvieron a convertirse en calabazas, los caballos en ratones, y el telón de fantasía se bajó un año más. Nos queda refugiarnos en los libros y cuentos para alimentar la llamita de la fantasía y mantenerla viva hasta que de nuevo llegue el festival, y vuelva a colorear de colorín colorado… las calles del Realejo Bajo.
El museo de los cuentos
El germen de estas jornadas nace hace 13 años con el proyecto “El museo de los cuentos”, una iniciativa coordinada por Juan Carlos Toste, cuya idea central es la motivación de la lectura a través de una exposición-museo con aquellos objetos que salen de los cuentos e historias.
El museo de los cuentos con sede en la Casa de la Parra, viste este edificio histórico de fantasía e imaginación durante más de un mes, por donde pasan miles de escolares de toda la isla.
Vídeo sobre el museo de los cuentos, por primavera TV