Mueca lo ha vuelto a hacer. Y ya van 16 años. Una vez más, el Festival Internacional de Arte en la Calle hizo suya la ciudad del Puerto de la Cruz, de jueves a domingo, con algo más de 60 compañías programadas y 400 artistas que terminaron saliendo a escena. Cuatro días en que la realidad del municipio cambia, se impregna de algo que quizás no sea cuantificable y que en este 2018 tan bien se ha resaltado bajo el lema de ‘La cultura del optimismo’.

La dinámica es absolutamente exitosa y reconfortante para todas las partes. Exitosa porque desde la misma jornada del jueves los espectáculos programados contaron con un lleno absoluto (lo de Abubukaka abarrotando el estadio de El Peñón durante tres noches consecutivas merecería un artículo aparte); y reconfortante porque esa alegría inherente a Mueca alimenta tanto a público, como a artistas y comerciantes. Es el círculo perfecto. Cultura en mayúscula que se traduce también en un potente motor económico.

La fidelidad hacia Mueca se hace palpable en años como este 2018, cuando el buen tiempo no acompañó en su totalidad. El frío fue incómodo por momentos, pero el público siempre llenó las gradas y los espacios habilitados para las miles de personas que hicieron acto de presencia en alguno de estos cuatro días.

Pasan las compañías, los aristas, pasan los años, y la imagen de Mueca se refuerza como un hecho cultural único en Canarias. Malabares, payasos, músicos, cuentacuentos, acróbatas… el arte vivo, en las calles, a cielo abierto, de libre acceso, multitudinario y encaminado también con decisión hacia la sostenibilidad social y ambiental. Es igualmente, de alguna manera, el círculo perfecto.

Y todo bajo el concepto integrador de cultura para toda la familia. Y eso es, quizás, lo más importante. Padres, madres, hijos, abuelas… disfrutando de los espectáculos todos juntos. Mueca es muchas veces para los más pequeños. Sus primeras experiencas con las artes tienen lugar en muchas ocasiones en el Puerto de la Cruz, en el Festival Internacional de Arte en Calle que tiene tanto de optimismo como de perenne. Es el gran éxito de la ciudadanía portuense, que un día tuvo que organizarse en Plataforma Ciudadana después de dos años de suspensión para recuperar lo que nunca jamás debió desaparecer. Y de aquellas ‘luchas’, estas artes. ¡Viva Mueca!